Un paseo por la monotonía...

Pongo el pié en la calle
y tengo una imagen a fuego en mi retina;
ya no busco matices a ese árbol
y sólo cambia la tonalidad del cielo.
El aire aprieta mi corbata
y cierra su abanico...
El gorrión es un muelle juguetón
que sube y baja de su rama.
Entre los campos, al fondo, un anciano de piedra
duerme una siesta eterna.
¡Intemporal!
A veces verde, otras azul, a menudo
verdeazulado o gris.
Mis paseos son interminables
y acabo siempre
al principio del camino...
¡El camino es un círculo!
Un minotauro espera en cada recodo
del laberinto
a que un Teseo despistado coja una estrella
con la mano...
¡Sólo así puede atacarle!
Pero ésto sólo pasa cada millón de años...
¡Vueltas, vueltas, vueltas...!
Entretanto, relleno las estatuas del artista
con cemento
y clavo un aristócrata en un maizal
que espanta los jilgueros y los cuervos.
¡Y un día, y otro, y otro...!
pio espejo