Y como olvidar ese precioso instante
aquella mañana de ilusión compartida,
en que tú me esperabas y que yo te vería
y por primera vez sería la realidad tan esperada.
Que gran nerviosismo, como me atrevía
después de que siempre te hice renegar
de esa mi manera de tomar la vida,
de no permitirme empezar a amar.
Pero tu sonrisa y tus ojos tristes
rompieron mi hielo,soberbia y desdén,
ahora no puedo dejar de pensarte,
quisiera que juntos en un largo viaje
abordar de noche, misterioso tren.
Yo, sin equipaje, solo con pasaje
tu sin precausiones y sin ya temer
nada nos importa, solo nuestros sueños
y el deseo de siempre podernos querer.