Heme aquí como una palabra hiriente
pero huérfana y desnuda!
-Me dijiste hace veinticinco sueños-
Y te tomé toda, exacta.
Ahora, siento que te me pierdes en el tiempo.
Te me esfumas en la nada y me olvidas.
Tú te me evaporas de las manos
entre las ondas suaves de la brisa.
Ya no te encuentro entre las formas húmedas de mi almohada
Fuiste un sueño construido de agua ya corrida de lluvia
bajo una luna de Maracaibo y con sólo palabras tuyas
Hemisferio de arena de playa, de un lago marcado en su propio lenguaje.
País donde la poesía y la nostalgia, bien sabías, me arden
Entre tunas, en el humo de un incendio y en las tontas mutaciones
que dan aquí forma lacustre a todo. Eras mi sopor de vida a la vida
Tu fuiste entonces mi único pájaro, mi único vuelo, mi única sonrisa.
Sí, ejercicio del amor en formas locas de hechizos
Me quedan instantes de amaneceres,
hondos soles, abismos de letras y el eco pequeñito
de tus palabras, donde aún descansan mis sueños.