Pobrecita, pobre pluma
está herida de alborada
ya no puede ni cantarle
a mi niña en su almohada.
Pobrecita,pobre pluma
voy a darle un descanso.
No la molesteís con nada
que no sea un abrazo.
Se ha quedado quietecita
junto,juntito a mi almohada
al papel no quiere darle
ni tan solo una mirada.
La despierto con ternura
pero se ve tan cansada,
cierra pronto sus ojuelos
y se ve tan agobiada.
¡Se ha vuelto perezosa
no me vaya a contagiar!,
la he puesto en el jardín
para que contemple el mar.
Más a sido todo inútil
junto a la ola de sal,
ha estallado en un llanto
imposible de parar.
Pobrecita, pobre pluma
se ha ido hasta el vergel
abrió ella misma un surco
y se ha ido a tender.
Le he dicho que descanse
para siempre en mi portal,
que le llevaré sus rosas
sus gladiolas y demás.
Y le leeré los versos
que gustaba de Martí,
cuando todo era quimera
era fácil sonreir.
Pobrecita, pobre pluma
ha descansado por fin
ya no sabe de traiciones
ni de cuentos en abril.
Ni de reyes que no existen,
ni de lirios de añil
por fin duerme arropadita
con alas de colibrí.
Pobrecita, pobre pluma
ya la vida se le fue,
leanle algunos versos
cuando la pasen a ver.
6/enero/2007