...y trancé con ella, tantos sueños, muchas cosas;
quíse estar tras de sus huellas y ocultarme entre su sombra.
Su esencia me enloquecía, que a los extremos llegué;
de ofender a Dios por ella; ¡Perdóname Señor!
Fue tanta mi pasión, que hasta versos le escribía
con ínfulas de poeta.
En cada estrofa surgida; inspirada a puño y letra,
le decía que era linda, que era hermosa, tierna, angelical
y bella con imagen de doncella.
...y trancé con ella, porque ví que otros la quieren,
otros la abandonan y no se ocupan de apaciguar sus querellas
y yo fui uno de esos tantos ahora me he dado cuenta,
que me quedé dormido ante la vida,
y mis sueños se esfumaron, también mi inquietud poética.