La tinta que imprimen,
mis gastadas plumas,
impregnan en las hojas,
pura esencia de vida
Describen en cada trazo
el funcionamiento magico del tiempo
convirtiendo en jardin de rosas
montones de materia podrida
sellan el sentimiento inherente
de cada verso encendido
matizando la realidad cruda
con un trazo prudente y fino
Le cantan al amor,
motor del universo entero,
fantasias y alegria, nacidas del alma,
sentimiento, en uno solo verso revuelto
Y el dia en que mis manos
dejando caer el lapiz, tornen cansadas,
y volviendose estaticas, dejan de escribir,
¡solo entonces!...
solo entonces sabre que he muerto