El verano agoniza y llega el otoño
el cielo antes azul, se torna plomizo
y en mi ventana contemplo al sol de poniente
sol rojo entre nubes de colores.
Veo al sol que se oculta
en las aguas de poniente
del inmenso océano
mientras que resurgen los recuerdos
del caluroso estío,
las vivencias de nuestro encuentro
tu mirada en mis ojos
y la mía en los tuyos,
tus manos en mi cuello, la mías rodeando tu cintura
y tus labios con los míos
se fundieron en un beso de lágrimas
temblando nuestros cuerpos.
Mucho tiempo pasó de nuestro primer encuentro,
tu mirada fue un mensaje
y con él me sedujiste.
tus ojos, tu cara, tu cuerpo,
tu mirada, tu boca, tu aliento.
Hasta de tu sombra me enamoré.
¿Qué podía decirte
si de mi boca palabras no salían?
Solo imperaba el presente
siempre en ese momento latente
no existía ni pasado ni futuro
solo ese momento
en el que no existe el tiempo,
solo tus besos... tu amor.