Cuan dulce es tu mirada

Ven a mis brazos pequeña criatura,
la paz de tu sonrisa me conmueve.
Cuando te tengo navego sin nave,
sin alas alguna me elevas en la altura.
Cuanto amor tengo para entregarte,
a veces creo que no es suficiente.
Cariño mío de ti estoy pendiente,
en todo momento quiero agradarte.
Cuan dulce es tu mirada, niña querida,
cuantas bellezas esta en ti reunida.
Deseo tanto que me lloviera tus pelos
mientras beso los pétalos de rosa.
¿De que nobleza eres tú, mi princesa?
¿Habrás quien iguala tu beldad en el cielo?