Hoy está muy triste mi alma cansada,
te esperé con ansias, no te ví llegar,
presiento Helenita que estás agotada,
duérmete Mi Niña, vé a descansar.
Duérmete Mi Niña, yo te arrullaré,
tus ojos me dicen de tu agotamiento,
no temas Mi Niña que yo velaré
tu sueño cansado por el sufrimiento.
Te han visto mis ojos como te he soñado,
escuchó mi oído tu dulcita voz,
pero no te tengo aún a mi lado,
espero que el día lo decida Dios.
Eres siempre joven a pesar de los años,
conserva tu cuerpo belleza sin igual,
a mi lado nunca tendrás desengaños,
mi amor es eterno y a carta cabal.
La triste alegría de encontrarme sólo
o...la alegre tristeza de mi soledad
hacen que viva en completa orfandad
aún cuando la bandera de amor enarbolo.
Son las once de esta triste noche,
de hoy, cuarto día del octavo mes,
te imagino bajar sonriente de un coche
y te introduces en mis sueños otra vez.
Me duermo y empiezo a soñar contigo,
a mi lado te siento descansar.
¡Ay, cómo pudiera sentir tu abrigo...!
¡Ay, cómo pudiera a tu lado estar...!
¡Cómo me duele la soledad del alma mía...!
¡Cómo me duele el estar lejos de tí...!
No sufras Helenita, no llores Niña Mía
porque seré tuyo y tú serás para mí.
Mis ojos se nublan por mi soledad profunda,
les he prohibido a mis lágrimas salir,
yo sé Helenita que no vas a permitir
que mi vida en la soledad abismal se hunda.
No sé que le ha pasado a mi corazón
que late muy fuerte cuando pienso en tí,
Dime Helenita cuál es la razón,
o será mi locura cuando pienso en tí?
Hoy está muy triste mi alma cansada,
estoy agotado de tanto esperar...
Dime Dios Eterno si la mujer amada
que me has prometido, pronto ha de llegar.