HAY UNA PLAZA EN UN PUEBLO

Hay una plaza en un pueblo
donde los arboles hablan
y le cuentan a la noche
los ¡¡mil secretos del alba!!.
Son los hermanos del tiempo
ancianos de blanca barba
con calendario de siglos
dibujados en su cara.
Guardianes imperturbables
del templo de las hamacas
donde en plegarias de juegos
se rinde culto a la infancia.
Se inclinan con elegancia
al paso de las muchachas
pero se vuelven de acero
si de tormentas se trata.
Amigos del sol de enero
y la luna tucumana
yo vi crecer mis anhelos
a las sombras de sus ramas.
Hay una plaza en un pueblo
donde los arboles hablan
es la plaza de Monteros
es la plaza de mi alma.