Clarifica mi mente amado Cristo,
que yo sea manantial, que pasa y da,
y que pueda calmar la sed de muchos,
la de aquellos que te saben bien amar.
Que yo sea una lumbre y no tinieblas,
las que aspira mi ignorancia traspasar,
y que abiertos mis ojos ya sin vendas,
sea instrumento de amor y de verdad!
Ya no quiero ser cisterna, que almacena,
quiero ser manantial que pasa y va,
ofreciendo a los pies del caminante,
la frescura del agua que se da!
Yo quiero ser yo! con los errores,
con aciertos, tal vez, mas siempre yo,
porque no es la experiencia de los otros,
la que ayuda el hallazgo a revelar.
Clarifica mi mente amado Cristo,
hoy mi vida se ofrece en el cantar,
hazme ya jardinera de tu huerta,
pues mis rosas se ofrecen en tu altar.