Silba melancolía…
La guafa lejana
al correr del viento.
Escucho sutiles versos
que cruzan montes agrestes,
sus lágrimas tenues
se transforman en mudos alaridos,
en sórdidos chasquidos al cantar del alba.
Veo en ti
tristeza y desolación
envueltas en claroscuros matices
de sumidas arenas,
de valses secos
de quejumbroso viento.
Palpo árboles desgajados,
valles yertos,
episodios de silencio, suspiro y peste.
Ven Bendita Lluvia,
salpica con tus lágrimas,
aparta la hoja seca de esos brazos,
revive el pasto verde
con alegres caricias,
reviste al árbol
de coloridas aves
que le trinen melodías al alma.
Ven bendita Lluvia,
camina por el río
ve y trae peces,
que en su dulce danzar
se lustren con traje solar
de tropical arcoiris.
Ven bendita Lluvia,
siembra alegrías y esperanzas.
Ven Lluvia, ven…
engalana todo de tu lluvia verde,
besa con tu roció y saltará la vida.
Ven lluvia verde,
abraza y besa con tu aliento.
Ven lluvia que crece…
mi tierra se regocije de amor,
de luz, de alegre canto,
de pasión solo silvestre…
Ven Lluvia verde fertiliza
con tus garras húmedas,
enmudece este silencio.
Eres tú…
Ven bendice….
Oh, Lluvia Verde…
María Ysabel Camacaro
Venezuela; 19-Abril. 2010
10:30 pm