A veces eres bella.
Tu mirada, blanca y casta, se asemeja
al sol que a mis ojos parece que atacara...
por eso al sentir una ofensa o una queja,
pareciera que mis ojos, emigran a tu cara.
Tu alma, versátil, negra, blanca o roja,
parece un arco iris que rápido aparece.
A veces, si un beso mío tu boca moja,
parece que su calor, en tu boca perece.
Tu habla, expandida, aguda y movediza,
si se expresa en mis oídos muy afable,
parece un susurro que me lleva en una brisa,
que despide en un chirrido un viento amable.
Tus histerias, al prensarme el corazón,
chocan con el mío, y parecen dar un giro.
A veces, cuando callas porque tengo razón,
parecen tus palabras... huir en un suspiro.