Yo no conocía el Amor
como tú me lo has mostrado:
corazón enamorado,
tembloroso de fervor.
Yo no conocía el Amor,
el Amor dulce, abnegado,
y hoy estoy maravillado,
mi mundo lo has transformado
en paraíso de esplendor.
Yo sólo viví el amor,
ese otro amor, desdichado,
doloroso, atormentado
por no ser correspondido,
amores que me han hundido,
escéptico y resentido,
insatisfecho, amargado,
en un lamentable sopor
y un suplicio continuado.
¡Pero tú eres luz de día!
tú eres sol en mi horizonte,
eres fuente de alegría
y se renueva el alma mía
y renacen mis ilusiones;
has despertado emociones
que en mi corazón dormían
y ante tan tiernas pasiones,
brota, febril, mi poesía.-
Eduardo Ritter Bonilla.
Domingo 04 de Octubre del 2009.