Recodos.

Comprendo y atesoro cada gesto
de tus adentros
evoluciones dignas de la mujer
que hoy amo,
signos fértiles de palabras
y silencios
cursivas aleaciones
que me aforan en tus manos,
y me reitero absorviendo
tu boca en mis costales
emanación cauta
que fluye en mis sentidos
como ánfora imprudente
me ofreces manantiales
y yo, amor, los acepto
porque de ellos he vivido!
Pues de vivir en tus afluentes
en tu desnudez me he vestido
callando la locura
de tanta melancolía,
montrándote la piel
que llevo por destino
amando tus recodos
que viven por mis días!