Las sonrisas se apagan,
en nuestro jardin de sombras,
mientras apretamos nuestros labios,
y los juntamos como si estuvieran bailando.
Aprisiono tu boca en mi boca,
y un rumor de olas,
se abraza a nuestro cuerpo,
haciendo suyo,
nuestro respirar de amor apasionado.
Nos rodea un rumor de aire,
y te dejas abandonar,
cautiva en mis brazos,
naufragando tu piel en mi piel,
flotando tus besos en mi boca,
como la suave pluma que embellece mis recuerdos.
Tiemblan mis manos,
cuándo te acarician,
hablan solos mis dedos,
cuándo desnudan tu cuerpo,
y te abandonas a la amante caricia,
de mi pasión enamorada.
No se oyen las palabras,
solo balbuceos,
sonidos de luna,
suspiros de aurora,
que parecen hijos de alguna rosa abandonada.
Es solo un abrazo,
en nuestro jardin enamorado,
pero dejas en mi,
la sombra de tu boca,
rodeada de niebla,
mientras tus manos,
siguen buscándome en la sombra.