Delirios 2

DELIRIOS
Se me agota la existencia en una ventana
Pasó, fue un sueño… una triste pesadilla.
Un rastro oscuro, en la húmeda neblina.
Un momento de locura, no arrepentida.
Una palabra dada y lealmente cumplida.
Una alucinación, que me quiebra y atrapa.
Una pulsión, un escupitajo que me arrastra.
Un agonizar, a cada instante… un sin fin.
Hasta cuando caeré soñando en la ventana.
Por qué demonios sueño y no me despierto.
Por qué ese siempre sentir soledad, frío,
hundida, encimándome la rabia impotente.
Constante espera…incertidumbre, desazón.
Caminar sin rumbo entre laberintos…idas
muriendo en la mañana furiosa y oscura
como un objeto tremendo, de rojo desnudo.
Qué me detiene en la lluvia torda, de piedra.
Por qué no desaparezco y me jodo completa.
Por qué esta necesidad de sentir el amor
que me mata, sin tu dulce lascivia brutal.
Hasta cuándo este respirar que me agobia.
Hasta cuándo una vida triste que no quiero.
Hasta cuándo seré este ser, entuerto tibio
que quiero destrozar sola y… no puedo.
Hasta cuándo esa necesitad de amarte
el deseo de sentirte en mí deliciosamente.
Por qué no es menos complicado el vivir.
Por qué no terminan estas embestidas.
Este recorrer esferas de ensueños que giran
como argollas coloradas que se desgastan.
Por qué no terminar con todo…quebrarse
en desaliento, en melancolía que me atrape.
Por qué escribir en unas hojas intermitentes
que llegan infinitas y se marchan nulas.
Por qué ser quien no debió nacer de día.
Por qué no huir con el armazón del viento.
Por qué no arrojarme a una dura caverna.
Por qué esta noche es tan rara y oscura.
Por qué te sueño si no existes compañero.
Hoy no quiero historias no estoy de juego.
No quiero borradadores, hoy no quiero nada,
solo quiero escribir lo que mi corazón siente,
lo que mi mente no acepta y atormenta,
lo que le roba las ganas de vivir al corazón.
Soñar, desear, ser, continuar en la ventana
vengan a mí los fantasmas, embriagados
de la vida, vengan a mí todas las sombras
hoy estoy perdida… hoy no me encuentro.
Dónde estas inspiración, dónde andas poeta
que te busco y no te encuentro en mis nadas
En qué paraje solitario me perdiste amor,
dónde hallo mis rosas dulces, mis amadas.
Es acaso que están muertas como el amor
Estoy seca, deshojada, harta de vacíos…
Vengan sombras dónde están que no las hallo,
quiero ser tempestad no objeto abolido.
Esta noche no quiero calma, ni armonía
es noche de lamentos y de gritos sin gloria.
Solo quiero oscuridad y árboles mustios,
ser un ángel caído envuelto en tormentos.
Morderme los labios de cera hasta abrirlos.
Ser una pordiosera de delirios encontrados.
Un triste rostro sin mirada, una piedra blanda
que grita de dolor, en un tálamo vacío.
Vengan nadas las necesito estoy muriendo
y no lo sé, dancen burlonas en mi muerte
sobre la acera fresca, marquen mi epitafio,
opaquen todos los cantos con sus risas funestas
Te vas amor y me pierdo en mis angustias.
No tengo ganas de vivir este desespero,
quiero tener el cuerpo donde halle espejos
y estar en mis laberintos sola y perdida.
Escribir poemas sin pensarlos, como estén
marcando con sangre las ausencias, los delirios.
Necesito cruzar los umbrales del secreto,
necesito abrir mil tumbas no existentes.
Recorrer los agujeros, sentir estos infiernos
dónde estos encuentros se perdieron entre
las imágenes imperfectas de la ilusión,
entre cantos de un amor frío que no quiero.
Amo a mis fantasmas… ¡Que no se marchen!
Arrancaré de las cuencas todos sus ojos.
Destrozaré, desgarraré los huesos huecos
y todas las carnes donde hoy los encuentre.
¡Maldita vida de mierda, que no te quiero!
Lárgate, lárgate, déjame sola…no quiero ser.
No quiero vivir, quiero solo perderme en él.
¡Basta! De obligarme a ser lo que no deseo.
¡Vengan! Todas las furias junto a mí, siempre
junto a mí…¡Condenadas! Bébanse mi sangre
¡Vengan ya! Traguen las carnes que arden…
JEM WONG
17.02.2005