Junto a la cama de la enferma velo
sintiendo el corazón en mil pedazos,
rasgando mis adentros los flamazos
que dan a mis noches incierto cielo.
Me lastiman las penas y el desvelo,
me atrapan dolores en mil abrazos,
golpeando incesantes pesados mazos
mis sienes, ojos y pecho en deshielo.
Llevo días sintiendo su castigo,
se debate entre la vida y la muerte,
sus prolongadas ansias me entristecen.
Sus ojos entreabiertos languidecen,
nada queda de aquella mujer fuerte,
siento a mi madre, así, morir conmigo.
Martín Fuentes Castillo.