Un sueño abarrotado de malicia
El ramo de claveles que pediste
no pude regalarte en la mañana;
había adelfas junto a tu ventana
presagio de un amor que concebiste.
Lo cierto es que te amo y estoy triste
quizás por un capricho que te ufana;
así también tu risa chabacana
diciendo que tu amor no prometiste.
No creo tal mentira de tu boca,
quizás mañana extrañes mi caricia
y sientas que tu vida se disloca.
Al menos esperando tal noticia
mi amargo llanto cesa y me provoca,
un sueño abarrotado de malicia.
Claudio Batisti