Tiempo de Navidad.-

Mis ojos se detienen
en esos rostros,
jóvenes sin vida
y recorren con tristeza
su andar huidizo
su postura encorvada.
Dudo en que actitud tomar,
temerles o ayudarlos.
Una gran impotencia me sorprende
en esté día luminoso.
Quisiera ver otra realidad
pero la que me encuentro
es triste y dura.
Ya nadie se detiene frente a ellos
parece que no quieren verlos deambular
ya nadie quiere ver más miseria
y corremos presurosos a nuestro hogar
donde todo está en orden
seguros y a salvo.
Esto no es vivir
esto es escapar, no ver
más que lo que queremos ver.
Cuándo perdimos la brújula
cuándo se perdieron ellos
cuándo se salvarán?
Tantas preguntas
pocas respuestas
para un mundo que espera la Navidad.
Nace el niño Dios una vez más
todo ese misterio divino
y mis ojos miran más allá
y quisieran ser luz bendita
que todo lo sanara.
Ayúdanos Señor,
renueva nuestra fé
y nuestra fortaleza
para ayudar a nuestro prójimo
y amarlo como a nosotros mismos.