Ahora te entiendo aunque no lo parezca,
tus días de furia, el viento en tu alma
las noches de insomnio, extraña rareza
la almohada y tus ojos, la bronca y la calma.
Ahora te entiendo sublime armonía
de paz que llegaste, a tener perpetua,
la voz que mis versos, con pasión escribía
acariciando mi pelo en forma perfecta.
Ahora te entiendo llegaste a quererme
con esa pasión, tan simple, tan bella,
tenaz en pensarme, cual fueras a verme
besando la magia de tu constante estrella.
Pero a pesar de ello, volviste a mentirme
a decir cuan lejos dejaste tus infiernos,
y hoy en tu tumba, parezco morirme
pero a pesar de todo...ahora te entiendo.