Como en un cuento me enseñaba a volar en otra dimensión.
Ella jugando, me cerraba los ojos y me decías; abra tu corazón.
Ingresábamos en un mundo en lo más profundo de nuestro ser,
es único el lugar donde salimos y al que debíamos volver.
Realmente sentía cesación oculta dentro de mi corazón,
entramos por una puerta multicolor, cuya llave es el amor,
nuestro vuelo es por un sendero de paz, lleno de luz y color.
Indudablemente es un paraíso, en nuestro propio interior.
Me dijo somos niños: Los paraísos que hay en el reino interior,
son creados solamente para los niños inocentes e indefensos.
Sepas que los deseos de los niños son semillas de universos,
que los Ángeles recogen en esferas de cristal por orden Superior.
Realmente comprobé que mis deseos, se habían hecho realidad,
estaba allí, la bella isla en medio del mar, como imagino es tal,
elevadas montañas, con oro y piedras preciosas en estado natural
con cataratas de luz, con arco iris de paz, y aires de real libertad.
Las playas vírgenes con arena blanca y aguas muy transparentes.
Delfines de piel dorada, jugando con nosotros en el amplio mar,
verdes selvas tropicales Y aves de bellos plumajes nos enseñan "AMAR"
y también estaban allí, nuestro niño interior corriendo incansablemente.
Autor: Alcibíades Noceda Medina