Fuiste un sueño, o una ilusión
vaga, que mi corazón
alimentó con el alma.
Soñe despierta por una temporada, y llene mi soledad
con tu tierna mirada.
Despertaste mi ansias de mujer ennamorada, y diste calor a mi corazón, con tu dulces palabras,
contigo llore, contigo reí por ti ame y soñe, con la esperanzas de un mañana.
Eras la sombra, que a mi lado caminaba,
el pañuelo, que mi lagrima secaba, la brisa, que mi piel refrescaba
cuando el sol quemaba, la almohada, donde mi cabeza reposaba
en las noches sosegada. Y por ti, veía la luna de plata, inmensa
y silenciosa,
que al mar y playa ilumina
en las noches oscuras, y dulce
y tímida desmaya, cuando aparece en el cielo, la aurora matutina.
Eras el cielo y el mar, las montañas y los rios, el universo entero en unas palabras,
porque mi corazón, por ti palpitaba.
Fuiste un sueño, o una ilusión vaga, pero abriste una herida,
y por ella mi corazón
sangra, porque de ti aún sigo ennamorada,
aunque aprendí a vivir, sin nada.