Esta empezó
cuando la vi
por primera vez,
pero realmente
la comencé a escribir
desde ayer.
Al decirle
sin ningún impedimento
lo mucho que me gustaba,
al ver algo único
en sus ojos cuando
ella me besaba.
Y después de tantos
besos a granel
partimos a su casa,
yo parpadie
y la tenia en mis
labios amarrada
con el lazo del destino.
Un sentir distinto
se apoderaba de mi,
aun sigo en lo mismo
pensando en su ser,
al prender un cigarro
o al tomar café
solo siento el suspiro
de mi hermosa mujer.
Creo que es domingo
no lo se,
solo veo en mi pared
ese vestido
que escondía su piel
llena de tatuajes,
cuerpo perfecto
para bocetos,
y para partituras
de cantantes.
Solo para terminar
esta breve historia
les contaré una cosa,
que sus besos son
como los sueños,
como una canción
que habla de deseos
pedidos al mismo
infinito universo.
El cual pude ver
por el suceso
mutuo de aquel ayer.
Gracias