Abrumado e indefenso me postro ante la vida, sin ti.
y me siento entre recuerdos a contemplar la imagen que te guardo
papá, cuanta falta me haces, que solo me has dejado
tan niño, tan vulnerable a todo lo que viene por delante.
Escucho tus palabras cada vez que lo deseo,
me duermo cada noche, pensando en tu regreso
y despierto en las mañanas con tu aroma en mi pecho.
Papá, hoy recuerdo cada caricia tuya y lloro
y veo mis manos tan vacías de tu esencia
me doy cuenta que aun necesito de tu todo,
pues me estoy ahogando lentamente entre tu ausencia.
Hoy envió un beso con remitente al cielo
y le ruego a Dios te haga entrega de ello
yo se que algún día volveremos a vernos
y te obsequiaré un abrazo, sabes bien que te lo debo.
Papá, cuantos consejos me diste y que poco te aprendí
cuantos momentos nos faltaron por vivir, cuantas palabras
y cuantos besos me faltaron de tus paternales labios.
¿Quién me aconsejará con tal sabiduría papá?
¿Quién me escuchara cuando quiera yo hablar?
¿Quién llorará conmigo cuando tenga que llorar?
¿Dime quien me cantará en las mañanas, cada 18 de octubre?
Solo Dios sabrá, mientras yo me quedaré esperando
y me sentaré entre recuerdos a contemplar la imagen que te guardo
papá, cuanta falta me haces, que solo me has dejado
Dios te tenga a su lado descansando en lo eterno
yo mientras tanto, viviré de tu recuerdo
y enviaré todos los días un beso, con remitente al cielo.