Esta mañana buscando tus ojos aún dormidos,
entré en tus sueños y decidí indagar.
Despertar no querías, soñabas conmigo
acariciandote el pelo con mis manos
de jinete medieval, decidí participar......
Acariciabas aquel ser transparente, un yo
de otros tiempos, en tus manos me reflejába,
tan visible como en una pelicula de ansiados sueños,
de tu respiración agitada, y tus palabras
rotas de deseo, tomé realidad de que él, era yo.
Pude ver las dimensiones de mi propio sentimiento
labradas en las pupilas de mis ojos embobados con tu cabello,
que flotaba entre mis brazos y no quería despertar.
El sudor era nuestra ropa y recuperando el aliento
me adentré en tus pensamientos encendidos,
una y otra vez adentrando la suave bahía entumecida
por la rigidez de mi embate de carne enamorada,
tus muslos brillaban y de tus pechos escapó una flor
que se deshojó en mi boca y tu sabor fué dulce, muy dulce.
Abrí los ojos y te encontré a mi lado, observando mi piel
enrojecida por tus manos de deseo, tus labios deseosos
de encontrarse con los mios y me pregunté,
¿¿"realmente he estado en tus sueños"???
Deseaba comer de tus ojos y continuar con el sueño,
que sueño ? Si era yo quien soñaba...
Ha sido un delicioso despertar, tus ojos en los mios
reclamando amor, tu boca dibujada en pasión.
Fué entonces cuándo como desayuno, me ofreciste
tus sentimientos y como en mi sueño, te dí los mios.