No existe mandamiento mas profundo
que la orden de las cavidades
que emanan de tus corpúsculos,
franja punzante, hiriente, asesina,
que mata al instante
de los palpitares iracundos,
fugaz derredor, que absorve,
profana, inunda, socava
profundidades,allana
senderos, imagina
poderes dados y adquiridos;
tú me das ese poder,
pequeña mía,
lo entregas sin equidistancias,
lo purificas en mis inmensidades,
lo veneras en la unidad
de nuestros cuerpos.
No existe mandamiento mas profundo,
que la verdad absoluta,
que me dejas...
cuando me amas.