¿Estás triste?, no temas amor, estás conmigo
seguro estoy que habrá motivo valedero,
quédate tranquilita, te cuidaré con esmero,
como tú has hecho tantas veces, ahora yo te abrigo.
Por favor, no te avergüence, es mi turno,
déjeme demostrarte mi verdadero amor, pequeña.
Ya no te preocupes, te acercaré todo, me haré maña.
Solo es un mal pasajero te daré cuidado fraterno.
¿Sabes mi cielo?, quiero besar muy suavemente
tus pálidos labios, que aun así luce hermosa,
ya no llores mas, ven a mis brazos déjeme mimarte,
descansa tu cabecita en mi pecho, mi niña caprichosa.
Temerosa criatura te veo maravillosa, hasta con dolencia,
mirarte me fascina, mañana será otro día, ten paciencia.