La recuerdo verde
sin esperanzas que valgan, solo verde,
como una metáfora en arapos,
así la recuerdo, casi a rastras.
En ese tiempo estaba hecha sombras
y se mordia la muerte,
y yo tartamudeaba porque nunca lo hago
y porque su boca seguía
de mimbre y cerrada,
y yo tartamudeaba en ese entonces
para ganarme la vida, la suya,
y la rceuerdo verde,
con esa calma que nos atraviesa
el llanto hueco y difícil
y solo logra una sonrisa rota,
y nací yo, frágil, como de mentira,
con olor a verde y a ella,
y de pronto a letras solas,
y me morí ahí:
detrás de demasiadas costumbres.