Te hablaba en un tenue hilillo de voz,
Y de mis ojos pequeña lágrima asomó,
Suplicaba un atisbo de amor,
Una caricia, un abrazo, un beso sin temor...
En mis manos un constante temblor,
En mi mirada mil y un perdón...
Te regalé todo lo que quedaba de mí,
Lo que en mi locura por fallarte, no rompí,
Mil baladas, mil "tequieros", mil poesías para tí.
Me diste la espalda, yo jamás te comprendí,
Solamente entendía mi eterno amor hacia tí.
No supe en que te fallaba,
Busqué minuciosamente para ver si lo hallaba.
¿Nunca estuve junto a tí en malos momentos?
¿Jamás supe ser la calma en tus tormentos?
¿No te brindé, amor, mis mil versos?
¿No supe transmitir ternura en cada roce?
Dime, amor, ¿fué eso?
¿No supe apreciarte en este tiempo?
En la noche hoy promesas yo te hago,
Si he de arrancar mi sonrisa para dartela a tí,
Lo haría mi vida, solo por verte sonreír.
Si he de silenciar mi voz y enmudecer mis versos,
Lo haré cariño, solo por un te quiero.
Si he de arrancarme el corazón del pecho,
Lo hare, cariño mío, para dártelo entero.
¡Ay! si tú supieras vida, cuanto te quiero...