Lloraste por ser mujer,
porque en la vida tus sueños,
eran barco de papel
sin un timón y sin remos.
Lloraste por ser mujer
por tu coraje y empeño,
porque quisiste crecer
y te amarraron del suelo.
Madre, y esposa a la vez
y amiga a tiempo incierto,
un alma que no se ve
pero sí, sus sentimientos.
Preguntándote ¿ porque?
como tiemblan tus cimientos,
mariposa en la pared
coronada de deseos.
Otro nuevo amanecer
que te saluda sin sueño,
que te quiso sorprender
y despierta lleva tiempo.
Preparada como ayer
dispuesta, a cualquier reto,
para entregar de tu ser
lo mejor que llevas dentro.
Simpatía por doquier
en ese rostro tan bello,
y de Ángel el hacer
que demuestras en tu empeño.
Lloraste por ser mujer,
porque sentiste el desprecio,
de un machismo que no ve
esas virtudes sin techo.
Porque el dolor se hizo piel
para envolver tus recuerdos,
y tu saliva en hiel
por un puñado de necios.
Un jardín, un carrusel,
una mirada sin tiempo,
una sonrisa un clavel
y unas caricias al viento.
Una nota un cascabel
el sentir de unos versos,
solo un bello atardecer
entre cálidos los besos.
Soñar, vivir y crecer
sin reproches ni desprecios,
solamente ser mujer
con igualdad de criterios.