Viviendo a cada instante
en la presencia de Dios,
llenando cada momento
de un sincero sentimiento
de profunda devoción.
Dando gracias diariamente,
no tan sólo con la mente,
sino con el corazón
por todo lo recibido,
por aquello que he vivido
y por lo mucho aprendido
en esta vida presente.
No me olvido ni un minuto
de mi Padre, mi Creador;
y mi alma rinde tributo
agradecido y ferviente
a su Poder absoluto
y a su Amor magnificente.
No puedo sentir temor
ni inquietud por el futuro,
no importa que sea muy duro,
pues sé que estoy protegido
por ese infinito Amor
con el que siempre he vivido
y cada vez será mejor.
Gracias, Padre Bondadoso,
por tu Divina Presencia,
por mi vida, mi existencia,
por tu Amor y tu Paciencia
ante este ser caprichoso
que, a veces, te ha relegado
en un lamentable olvido
y que ahora ha retornado
a Tu Sendero, arrepentido.
No obstante, siempre has tenido
mi destino entre tus manos
y siempre me has sostenido,
a pesar de mis torpezas
y mis errores humanos;
Padre Mío: ya no te olvido,
estoy muy agradecido
y sinceramente ¡Te Amo!-
Eduardo Ritter Bonilla.
Domingo 25 de Octubre del 2009.
Es un placer tenerte con nosotros otra vez,se te extraña Mi 10 en todas tus poesias a cual mas bella No tengo muchas ganas de decir nada ya veras porque en mi poema humoristico UN BESO DE LOS MAS GRANDES CON TODO MI RESPETO HACIA TI Bast