Quise alimentar mi odio apelando al dolor, pero de ello sólo conseguí amarte más; y mis días se turbaron en un sin fin de pesadillas, lastimeras, que sin clemencia golpeaban mi alma y mi corazón, saberte lejos, saberte ida, ignorando mi suplica y descreída de mi amor; como convencerte que te amo, si talvez tú no quieras ser amada. Y yo recorro solitario los andenes de la vida a la busca de un amor que aplaque mi soledad, mi dolor; aquel que quedo encerrado el día que me dijiste “O te vas ó me voy”; bárbaro he irrazonablemente torpe, creí que volverías si yo no me iba, pero no fue así; ya el tiempo tejió telas de arañas en los rincones de mi casa y en mi alma las telas las tejí yo. Pero aún te recuerdo y espero como absorbido por la incredulidad a todo y solo creyente de tú regreso. Sé que volverás, aunque quizás sea a darme un último beso y ese día comprenderás que sólo tú boca probó el sabor de mis labios.
Amigo Alejandro: Cuandose recuerda ese amor.... pero si algún día regresara, ya usted no tendrá el mismo sentimiento. Se lo digo por experiencia propia. Es hermoso leer el alma de cada poeta en sus versos. No sé si leyó mi poema "Tus Sonetos" de mi autoría. Diez y un abrazo, Ivette Rosario. :risa_color: