Estaba dormida,y no te sentí;
desperte, y no estabas,
pronuncie tu nombre,
y todo quedo en silencio,
volvi a llamarte,
y mas silencio.
Me inquiete y llore,
tu ausencia dolio,
y fue justo en ese momento
que tu recuerdo empezo.
Ahora dormida,
siempre quisiera estar,
para no extrañarte tanto,
para no tener que pensarte,
pero tengo que despertar,
y cada vez que lo hago,
el silencio invade mi habitación.
Con fuerza grito tu nombre,
para ver si has regresado,
pero el silencio me dice,
que ya me has abandonado,
y justo en ese momento
es cuando comienza mi delirio.
Me inquieto por tu ausencia,
y lloro por el dolor de tu abandono.