Hablar de ti es muy difícil, quizás por que imparcial sería al expresar mis sentimientos, aquellos que por ti tengo cada día; por eso es que te diré y espero sirva a todos; un hermano no es solo, ese ser que creció a tu lado, es mucho más que eso, es con quien reñís de niño y de grande pones tú oído para escucharlo; es a quien celas por un juguete y de grande compartís los logros; muchas y tantas cosas podría expresarte que cansaría mis dedos de tanto escribir, pero hay algo importante que quiero decir y no es, solo en este día, son pensamientos que me acompañan desde aquella niñez con resabios dulzones de travesuras realizadas y que muchas veces desearía que se repitieran, pero la vida nos hizo crecer y hoy a vos te entregó otro año, quizás por eso al ver hacia atrás me lleno de nostalgia; querida hermana, ya los viejos nos dejaron y nosotros debemos seguir ese camino enseñado durante nuestra vida entregando de nosotros lo mejor que tenemos, aún a aquellos que se satisfacen con hacer daño. Se que tú eres internamente más fuerte que yo, a pesar de que soy el mayor, pero lo que sucede es que la voluntad y la firmeza no son dones de la edad, sino del espíritu y tú tienes esa cualidad tan grande que sé entenderás que te escriba esto para decirte lo mucho que te quiero y no lo haga personalmente, por que soy débil y mis lágrimas, aquellas que en tus ojos jamás veo, aflorarían de los míos y no me dejarían expresarte este sentimiento. Por ello hermanita, feliz día y nunca dejes de ser como eres.