Con la experiencia madura
que entrega la convivencia,
y unos hijos que nos dicen
dónde quedó la inocencia,
esta etapa de la vida
puede ser muy placentera
o pozo de desafueros
si revuelve a la pareja. Es edad con los matices
que produce la experiencia. O se aceptan los defectos
que el otro siempre conlleva,
o la decepción te rompe
los sueños que antaño fueran. Si existe un gran amor,
si un gran amor existiera,
defectos, son nimiedades
que se asimilan y aceptan. Si el espejo de ilusión
que años atrás se tuviera,
se rompiera en mil pedazos,
¡sólo monstruos se reflejan!.
Rosagranaina