" Muestrame el camino y siente mi deseo
el de tenerte tranquila y silenciosa,
con mis ojos posados en tu cielo
y mi alma en el capricho de tus rosas.
Muestrame la vida, así tal cual eres
con una sonrisa fugaz y perniciosa,
y ese beso que me quitas y me debes
hablando de amor, tenue y ansiosa.
Muestrame el sol en mis tinieblas
y vaga en mi mente, bella y sinuosa,
cual una esfinge que en mi cuerpo pueblas
sutil señal, que mi momento esboza.
Muestrame, amor, la calma de tu anhelo
y el diamante furtivo de una tarde valiosa,
y ese beso que al resurgir en deseo
vuelca el silencio con que nació aquella rosa.