Estoy admirando tu luna,
y te siento hasta en mi alma,
y las lagrimas se me acumulan,
en mis ojos, al mirarla.
Me falta la luz que me alumbra,
la soledad y el llanto afloran,
y yo le grito a la luna,
mirame, la estoy amando.
Comencé un día radiante
continué con una alborada,
sentí tu fuerza acuciante,
sentí en mi vida, que amaba.
Después se interpuso el silencio,
el boulevar de los sueños rotos, (canción de Sabina)
y yo que creía en un sueño,
me encuentro sin vida y roto.
Quien pudiera cantar al silencio,
sentir la amada, amando,
quien pudiera decirte un te quiero,
que en tu corazón y en tu alma, entrara, resonando.
Te sigo diciendo te quiero,
mi vida te estoy amando,
pero yo seguiré aguardando,
a pesar de querer, de quererte tanto.