Laura, el último tango antes de partir

No sé si te acuerdas de ese chico que te dijo
Que la vida sin ti no vale nada, es acertijos.
Ese mismo tipo que tomó tu mano para bailar…
Ese tango efímero que se llama felicidad.
Y estamos aquí, agachando la mirada
Sintiendo vergüenza por el pasado que quedó en nada.
Tú vuelves a partir, yo vuelvo a escribir…
La condena de este amor que fue y que no volverá a ser
Cuántas Lunas te regalé envueltas en papel crepé,
Cuantas veces las sábanas fueron trincheras para nuestra piel.
Y hoy estamos aquí, sin ganas de hablar, ni de besar
Sin un ¿Cómo estás?, sin la maldita pregunta ingenua
De decirte ¿Qué tal?
Por eso Laura, nunca volverás
Por eso, aunque hayas sido mi amor no regresarás.
Porque el pasado, mata presentes si es erróneo
Porque el futuro, lo contemplaba contigo
Y hoy no somos más que dos imbéciles ex novios.
Por eso Laura, me marcharé para no regresar,
Cerrará la ventana que dejaba abierta para que vieras al Sol entrar.
Te dejaré esta carta, que escribí cuando empecé a recordar…
Lo feliz que era a tu lado…
Hoy sigo feliz, disfrazando sonrisas, queriendo encontrar tu alma en las demás
Hoy sigo usando un antifaz que cubre mis ojos tristes.
Mi caminar está cansado, camina al ritmo de un tango oxidado ¿Recuerdas cuando lo bailamos?
Sigo siendo poeta, de esos que matan la poesía, que sólo pueden llorar…
Sigo gastando tintas, vivo en el mismo lugar.
Me he buscado una novia que no pueda olvidar.
Tengo cuatro amigos, tres amigas y dos primas.
Tengo un poco de “Te amo” que no sabía que tenía
Tengo todas tus sonrisas, grabada en mis pupilas.
Tengo cielo, tengo un Sol que se despierta para ver si estás tú
Tengo vientos, tengo fuego ya casi extinto
Tengo agua, tengo suelo que pide a gritos besar tu espalda.
Tengo miedo, y soledad y un par de nuevos traumas…
Tengo todo lo que dejaste y que ya se ha marchitado
Tengo un reloj que se paró cuando nuestro amor falleció.
Tengo un corazón que quiere bailar tango con tu alma…
Y tengo esta flor, esta rosa, una lágrima y un epitafio…
Siempre estarás en mi memoria.
Siempre arderá la llama que no se apagó.
Siempre sonará el tango que nos hacía danzar.
En la salud y enfermedad.
Hasta que la muerte nos logre separar.
Hoy más que nunca tengo tu alma.
Hoy te amo más que ayer…
Laura