A quien olvidó enamorar

Él se viste de hombre cada mañana al despertar. Se asea su cuerpo y su ropa, se perfuma, se peina y se da una última mirada al espejo antes de marchar. Se despide fríamente de su dama quien suspira con un dejo triste empalagado de amargura. Ella se da cuenta que ya no es lo que era, aquel atento galán quien enamoraba hasta con una tierna y amorosa sonrisa, ella se pregunta dónde está, dónde se fué, aquel quien al amanecer enviaba un mensajito de amor al despertar. - Buenos días mi amor, buenos días mi corazón... Eran tantos los matices y tonalidades que usaba para enamorar. Al llegar a casa de nuevo siempre traía un rico chocolate. O simplemente la alegría y la tranquilidad que expresaba eran suficientes para enamorar. Sus detalles eran tantos que su corazón se alegraba y se rebozaba de amor infinito. Él ha olvidado enamorar, ya da todo por sentado. Cree tener mi amor seguro y estandarizado, cree que éste jamás morirá, pienso en la metáfora de la plantita que dejas morir poco a poco pues la vas dejando de regar. Él ya no enamora, cree que sólo soy quien le sirve para atender la casa, los hijos(si los hay), lavar, cocinar, fregar, recoger y quizás planchar, son tantas las tareas que pendientes en la casa están, que él ha olvidado también enamorar. En la cama me besa, me medio acaricia y se place sin importar que ella satisfecha ya no está. El ha olvidado enamorar. Ella solo espera una palabra de aliento, pleno de aromas de rosas que la han de elevar. Ella espera una simple palabra tras otra de alegría por tenerla. Un dulce abrazo silencioso con un te amo muy quedito que le recuerde que la amas más y más. Ella sueña con su príncipe que al comienzo la fue al Castillo a rescatar. Enamorarla en cada gesto, cada instante más y más. El ha olvidado enamorar a una princesa que lentamente va envejeciendo su rostro y cuerpo sin embargo su alma está tan joven cada día más y más. Ella es luz que necesita un fuego que la avive al soplar. Ella es despertar de amor cuando con un beso tierno y dulce le expresas en cuidados que este amor es de no acabar. El ha olvidado que olvidó enamorar será el mal llamado Alzheimer quien lo ha echo olvidar? Ha olvidado que me derrito con sus besos con ternura, poco me acaricia, ha olvidado que me entregó apasionada si me empieza a enamorar, no son bienes, no son cosas,son detalles que empalagan y me entregó más y más, sin cortinas, sin ventanas, sin la indiferencia de que ya soy suya y me abandona más y más. Es un grito de agonía, un salvavidas que he lanzado para poder en este mar de indiferencia respirar un poco más. Hoy mi esposo ha olvidado enamorar, soy la rosa dulce,amorosa y tierna que te ha de perfumar, Cruzando fronteras no me importa qué tan lejos ha de quedar. Solo darte mi vida entera para amarte hasta el infinito poder danzar. Si con ésto aún no recuerdas enamorar. Quedaré sumida al desierto de la desidia cuando menos lo esperes extendere mis alas y a otro sitio he de pernoctar. Quizás otro pueblo, quizás otro mar, quizás otro amor, me llamarán zorra, puta, mala mujer lo que prefieran yo solo sabré que mi marido olvidó ya enamorar. Buscaré tal vez, que me enamoren y se de cuenta que soy alma de un amor que sólo sepa infinitamente mi alma enamorar. Autora: María Ysabel Camacaro