Somos un pequeño grupo de despiertos
que sueña en sus ratos libres.
No somos poetas, contamos la realidad
a nuestra manera.
Abrimos el armario y sólo vemos palabras,
salimos a la calle y nos visitan las ideas.
Anónimos colegas, motas de polvo en el
cristal del universo, esperando la limpieza
junto a otras motas que desean ser "humanas".
Narramos a quien interese escuchar las noticias
de hoy, con un toque de canela.
No somos poetas, somos aprendices, y como tales
trabajamos en la biblioteca, recibiendo lecciones
de Morelli.
Nosotros, tercera persona del plural, que indica
un número mayor que uno solo; esto me contenta.
Nosotros, nosotros sensibles cuando caen meteoros sobre
la nieve, cuando un perro nos emociona, nosotros y
poco de aquellos, un poco de todos, cronistas del
corazón.
Porque mi patria es Arcadia y mi rey es Cortázar,
porque estudio en París o en el Liceo,
porque no conozco la literatura y estoy enamorado.
Me desdoblo en mundos inventados, estoy enfermo
de fantasía, no leo libros, vivo en ellos.
Hay una especie de puente-arcoíris que me lleva
a ser un personaje escondido entre las páginas.
No somos poetas, no merezco el honor,
pero allá donde veamos una huella de
letras escritas con sangre rojinegra,
nosotros seguiremos buscando el origen,
sabremos que es nuestra, mía, suya.