Subido a un pedestal de miedo y odio,
había un falso Dios en una esquina,
que íbase diciendo.soy la cima
los otros son minúsculos despojos.
Con bueyes de grandeza iba surcando,
al frío pensamiento del cuchillo: decíase: ¡Soy Dios! fin y principio,
y de los otros reiase triunfante.
Con mazos de poder dolor segando,
batíase con otros duelo a duelo,
subido allá en su cumbre iba ganando,
hasta que bajó un rayo de los cielos,
y en su poder, rozando a lo más bajo
subió a aquel endiosado, hasta los suelos.
ALMAVIVA