A VECES LLUEVE

A veces siento que la lluvia cae
con sus filamentos de luciérnagas escondidas
y se viste de novia la luz de esta media existencia
de la redondez azul donde navegamos presos de sueños
y desencantos junto al beso, la flor, la novia
y las hambres que pululan como enjambre desmedido.
La lluvia avanza con sus encajes de besos
saturados del Neptuno
que la vio partir desde su epidermis
y trae un no sé qué de peces, de algas y corales
para abatir de aromas y recuerdos
mi memoria mientras se alarga, como un sueño
suspendido, en el galopante sinfin sobre mi tejado.
Ebria mi alma ante su presencia
se viste de alegrías
y lleva todo mi cuerpo
a besarla y poseerla
bajo el cielo, sobre la charca
junto a la vieja sustancia envejecida
que se desprende de mis años
cuando me convierto nuevamente en niño
bajo el maravilloso elixir
de su frescura y su regreso.