Mi muñeca preferida
En el rincón mas oscuro del altillo, y por azar
he hallado, hace muy pocos días,
algo que ni siquiera osaba imaginar.
Envuelta torpemente, estaba mi muñeca preferida…
Fue mi memoria raudamente transportada,
a los dichosos días de mi infancia,
cuando con infinito afán, yo esperaba,
me hicieran aquel regalo de importancia.
Además de que sus párpados caían
al inclinarla, sobre sus hermosos ojos,
sus piernas y sus brazos se movían,
cuando yo deseaba, a mi antojo.
Vestía mi muñeca por entonces un traje de color rosado,
el que después de soportar el paso de los años,
apenas la cubría con harapos destrozados.
Volví a la realidad, tomando la muñeca entre mis manos,
la acicalé con esmero, y le puse un vestido de raso,
y aunque ya mis cabellos pintan canos,
dormí con la muñeca entre mis brazos !! ® Susana Valenzuela 30-07-09