En mis esperas!

Estuve esperando en este gélido pasaje
el devenir sereno de tu andar inconciente,
y en cada mirada me devolvía el paisaje
de buscarte perdido entre bandadas de gente.
Porque es mi dicha y mi ansia esa cosquilla
que recorre el cuerpo cada vez que espero,
y mas tardas la ansiedad es que me humilla
y traspasa los límites de un muro cancerbero.
Pero al palpitar sutil de un corazón enamorado
no le pidas esperas tranquilas,
porque he de aguardar el momento adecuado
para besarte el alma y dormir en tus pupilas.