Empieza el día en un hoy lluvioso,
percibo ruidos del inicio diario,
derribar cierta pena es necesario
y que sea olvido el ayer hastioso.
Percibo tu aroma de ayer, gustoso,
pero que sea hoy sería plenario
si es contradicción ya es secundario,
es que de tu presencia estoy ansioso.
La lluvia tu rostro va dibujando
cuando se deslizan en el cristal
las gotas, o es mi entelequia
solamente, en mente te voy ubicando,
a veces te veo en un pedestal,
es tu alma, que tu imagen me obsequia.
Autor: Alcibíades Noceda Medina