Relato de un abandono

La soledad oscura retorna y se lleva las palabras que nunca mas volvieron,
el debil viento alcanza apenas las alas muertas en el piso,
el señor de las palabras se asoma por el marco de la ventana oculta por las ramas y la noche, y de el fondo del estanque saca solo un moribundo sonido de violines que se posa sobre el arbol seco y se convierte en bestia y destructor de las cosas que piensan.
Solo quedan flotantes en el vapor las perbersas asesinas de la noche.
Aqui muere el reino mineral y el eco de los difuntos suicidas que no pueden volver con los sueños y las sabanas.
El velo de la dama esta dormido, dormido en la selva de los que aun viven,
dormido en las llamas de un corazon torpe y carbonizado.