La vida es un instrumento,
asiste cuando la necesitamos,
pierde el valor
cuando atacan los herejes
mercenarios de guerras
indebidas y obtusas,
Sumerge ostracismos
donde el dolor
perdura, cuando se pierde
la memoria,
invoca salmos religiosos
cuando la fe se pierde
entre oscuros negocios,
que la iglesia expía
con algún padre nuestro,
sufre en demasía,
a la hora del hambre y
la miseria,
vela por sus hijos,
humanos de la naturakeza
ajena y síndromes
de locura e ira,
permite que nos amemos,
bajo el control sinuoso
de normas que apabullan,
y acaricia,
de vez en cuando,
donde todo es posible
y nada cambia,
a la hora de yomar
decisiones, que nos
duelen todavía.