Quiero que estés atenta, muy atenta
cuando toque a tu puerta y que te llame,
no vaya a ser que te ame y te ame y te ame
y que tú ni siquiera te des cuenta.
Puedo llegar a ti como tormenta,
como la última gota que derrame
tu vaso de esperanza y que proclame
que tú eres el amor que no se inventa.
Puedo llegar como aura, como fuego,
como viento, quizá, cual torbellino
o como una oración o como un ruego,
porque tú eres la meta del camino
que una vez emprendí cuando era un lego
y hoy corona serás de mi destino.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC