Tu presencia,
tu ausencia,
tu amor,
tu desamor,
Que mas da lo que yo sienta,
si te ausentas de mi vida,
sin darme una explicación.
¡¡Qué importa!!
si ya mi corazón
se acostumbró a tenerte,
pocas veces, a no tenerte,
ni a entenderte,
cuando más necesitaba tu amor.
¡Qué mas da!
Si admito que mío no eres,
Que vives como tú quieres,
sin importarte mi amor.
Ya me cansé de esperar de ti
una palabra de aliento,
una caricia,
un beso;
Por fin comprendí
que el amor no es la soledad
de los días,
no es esperarte toda mi vida,
Así no me siento feliz,
necesito, caricias y besos,
que te poses en mi pecho
y vibres sobre mi. Lo mejor es que de mí
te alejes,
Porque ya me acostumbré a no tenerte,
ni a entenderte,
Tu ausencia me enseño y acostumbro
a la soledad del desamor.